Playa del Espacio Natural de Els Muntanyans

1. Desde Cal Bofill, andamos por la orilla del mar en dirección Barcelona. A mano izquierda, nos encontramos el Club Marítimo y a continuación el puente de Clarà que lleva al barrio de Clarà y la Pobla de Montornès. Aquí empieza la zona de dunas. Continuamos andando y al cabo de pocos metros, cruzaremos la playa en dirección al acceso que marca el tronco de señalización. Esta entrada nos llevará a un puente de traviesas de madera que separa el estanque del Sol y el estanque de Clarà. Aquí veremos la salicornia (Artrocnemum fruticosum), una planta carnosa que es la planta dominante en las lagunas. Entre las zonas inundables y las dunas, encontramos una zona con un suelo más llano y estable donde la planta predominante son los juncos (Juncus sp.).

2. Volemos a la playa por donde hemos venido y continuamos andando en dirección Barcelona. A unos 165 m nos encontramos otro tronco que nos indica un nuevo acceso por donde volveremos a entrar a la zona de marisma. Aquí podemos ver dunas más bajas a la izquierda y otras más grandes a la derecha, con más y menos vegetación. Todas ellas, no obstante, se desarrollan y crecen en la misma dirección, de este a oeste, es decir, la dirección del viento de levante, el predominante en nuestra costa.

3. Regresamos de nuevo a la orilla del mar. Continuamos andando en dirección Barcelona, y a unos 700 m encontraremos, a la izquierda, unos pinos denominados Pinos de Creixell o del Cal Valent, popularmente conocidos como «els Pins». Justo enfrente de estos pinos, se observan unas dunas más erosionadas donde se pueden ver las raíces del carrizo (Ammophila arenaria) y de otras plantas fijadoras de estos almacenes de arena.

4. Seguiremos andando hasta la altura de otro tronco señalizados que, por una pasarela, nos llevará hasta el estanque del Saler. Aquí es donde tendremos más probabilidad de observar diferentes especiales de aves acuáticas, como las pollas de agua (Gallinula chloropus) o las fochas (Fulica atra).

5. Desde este punto, volvemos por la orilla del mar otra vez hacia Cal Bofill. Si hacemos el paseo en invierno, podremos ver las aves marinas que, durante esta estación, se instalan en nuestra playa: gaviotas y gaviones (Larus sp.), pardelas (Puffinus sp.) y cormoranes (Phalacrocorax sp.).

Si observamos la arena que pisamos, seguro que encontramos restos animales y vegetales que el mar arrastra hasta la playa. Entre estos restos destacan unas cintas amarronadas de un centímetro de ancho y unas bolas que parecen hechas de esparto. Son los restos de una planta superior submarina (con raíces y flores), la posidonia (Posidonia oceanica) que crece formando unas praderas inmensas con una gran importancia ecológica. Las praderas de posidonia ayudan a proteger las playas de la erosión y entre ellas, muchos organismos animales y vegetales, encuentran alimento y protección. Además, se la considera un bioindicador de la calidad de las aguas marinas costeras. Así pues, si encontramos restos de posidonia en la playa, eso quiere decir que ¡el agua está bien limpia!